20 de diciembre de 2006

Fao y Clem (Capitulo 5)

Mode:.:Happy (I dont know why):.
Escuchando:.:Highschool Musical Original Soundtrack:.

Hola a todos... Aqui les va la quinta entrega de la hermosa historia de Fao y Clem. Espero que la disfruten... No se por que, pero me costó mucho escribir este capitulo, y eso que no es la grán maravilla, de hecho, el capitulo anterior tenía, segun yo, una trama más compleja.

Bueno, basta de bla bla... Aqui les va:
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Siguió Fao cabalgando por el camino aguantando el peso de Clem sobre su espalda... a ratos se quejaba, parecía ser que había perdido el conocimiento luego de recibir el proyectil en la espalda.

Luego de andar ya bastante rato por el camino, Fao divisó al pie de las enormes montañas de Fraidne una pequeña casa de barro y piedras muy parecida a la casa de Clem y casi de las mismas proporciones. Hubiese sido una casa normal de no haber sido por el enorme tubo metálico que salía por un costado de la casa y se elevaba sobre el techo para terminar en una boca abierta por la que podría entrar fácilmente una persona.

Cuando llegaron, Fao se sorprendió al ver que había un anciano que coincidía con la descripción que les había facilitado Nomel, un hombre alto, delgado, y con una larga barba blanca que le llegaba hasta el pecho.

El anciano se acercó a ellos.

Cielos!! Viene herido!! –Dijo el alquimista. – mejor lo llevamos adentro para que mi esposa vea sus heridas. Tú debes ser quien provocó esa perturbación en los niveles de energía vital del bosque. –Dijo el viejo mientras amarraba a Cuescos a un pilar cercano. Fao no sabía qué decir.

El alquimista sujetó a Clem mientras Fao desmontaba y luego ella bajó a Clem con mucho cuidado de no pasar a llevar la saeta que traía en la espalda.

Déjame ayudarte con él… -Dijo el alquimista acercándose para ayudar a Fao

Aléjate de ella!! –Dijo Clem con voz débil e incorporándose a duras penas mientras intentaba sacar su daga, pero se le cayó en el intento y Fao lo sujetó para que no se cayera.

Tranquilo Clem… Él debe ser el alquimista del que nos hablaron. –Dijo Fao ayudándole a Clem a caminar mientras el alquimista recogía la daga e iba a buscar el bulto que traían en el anca de Cuescos.

Entraron a la casa. Más que una casa parecía un laboratorio. Había recipientes de un material transparente por todos lados, llenos con líquidos de diferentes colores, tubos del mismo material, que conectaban largos sistemas de vasos y recipientes de variadas tonalidades, incluso algunos humeaban. Pero había algo que a Fao le llamó mucho la atención. Una esfera metálica de aproximadamente un caballo de altura, tenía un círculo cubierto del mismo material transparente del que estaban hechos aquellos implementos que había sobre la mesa por el que se podía mirar hacia su interior. Este extraño artefacto estaba conectado al tubo que se veía desde afuera de la casa.

De una puerta cercana se presentó una señora alta ya de avanzada edad que usaba un delantal blanco y llevaba un cucharón de madera en la mano, su pelo era canoso y su cara muy arrugada, aunque se notaba que en sus tiempos mozos había sido una hermosa mujer.

Que le pasó a este chiquillo!!?? –Preguntó la señora soltando el cucharón. –Debemos retirar eso cuanto antes!!! –Dijo refiriéndose a la saeta de Clem. –Déjame llevarlo al laboratorio principal, ahí espero poder hacer algo por él.

Reemplazó a Fao tomando a Clem de su brazo izquierdo y se lo llevó a duras penas por la puerta que tenían a su derecha. En eso apareció el viejo por la misma puerta por la que había entrado Fao.

No te preocupes por él… -Dijo el anciano dejando el bulto en una esquina de la habitación. –Con mi esposa cuidándolo, tu amigo está en buenas manos… –El alquimista hizo una pausa. -Bueno, dime… qué buscan de nosotros?? Nadie viene a dar a un lugar tan alejado sólo por casualidad, y menos con un joven herido… Dime, quiénes son ustedes??? Y, sobre todo, qué eres tú?? –Dijo el alquimista acercándose a Fao mirándole la cara con detenimiento.

Fao dio un paso atrás y chocó con una mesa, los materiales que había arriba se balancearon y algunos cayeron.

Vaya, parece que he sido muy directo contigo, disculpa mi poca cortesía… Soy Tradirus, alquimista desde hace años, y quien se llevó a tu amigo es Famire, mi querida esposa. –Dijo Tradirus retrocediendo. –Supongo que vienes cansada, te traeré agua… aguarda aquí un momento.

Tradirus salió por la puerta por la que había aparecido Famire y la cerró a su espalda. Fao, llevada por su curiosidad, se acercó a la esfera metálica y luego de examinar la zona del tubo que daba al exterior miró por el círculo que había visto cuando entró a la casa. Lo que vio la dejó perpleja, era una esfera del tamaño de una cabeza que brillaba y cambiaba de colores a intervalos regulares… Rojo, anaranjado, amarillo, morado, azul, blanco, rosado, rojo otra vez… alrededor de esta esfera que flotaba en el centro del contenedor, giraban esferas más pequeñas, también de colores y del tamaño de una esfera de Lanz.

Antes era más grande, pero algo le pasó esta mañana que se redujo a ese tamaño… -Dijo Tradirus entrando a la habitación con un vaso con agua. –Antes de que llegaras, comenzó a girar y a cambiar de colores más y más rápido hasta llegar al estado en que la ves ahora. Eso que tienes en frente es un acumulador de flujo vital… hace muchas cosas como por ejemplo mostrar las perturbaciones en la energía vital del entorno, avisarme cuando viene alguien y también me sirve como fuente de energía para mis experimentos.

El alquimista le extendió el vaso y Fao lo bebió lentamente.

Por favor toma asiento pequeña… Cuál es tu nombre?? –Preguntó el anciano sentándose frente a Fao.

Me llamo Fao. –Respondió la chica en tono tímido.

Dime Fao, de dónde vienes?? –Preguntó Tradirus en tono amable.

De la ciudad sobre las nubes… Caí ayer mientras volaba y rompí una de mis alas… -Dijo Fao al alquimista mientras miraba el suelo. –Necesito la ayuda de un señor llamado Crípides, me dijeron que si alguna vez caía a la tierra de los humanos debía dirigirme hacia donde se encontraba él… Me dijeron también que vivía en un lugar llamado “este”… Ahora con Clem vamos…

Eres un ser alado!!!??? Por todos los cielos!!! Eso explica muchas cosas… Jamás pensé que tendría la oportunidad de ver uno!! Y menos poder conversar con él… o ella... –Dijo Tradirus parándose de su silla y caminando por entremedio de sus tubos y vasos de colores. –Y puedes hacer esferas de Lanz?? Que emoción!!! Al fin podré estudiar los poderes de un ser alado!!!

Conoce las esferas de Lanz?? –Preguntó Fao impresionada por lo que conocía el alquimista.

Por supuesto!! He leído mucho sobre los seres alados. Tengo entendido que son muy superiores a los humanos, pues pueden manipular la energía vital a su antojo, pero muchos libros dicen que son seres malvados que practican sus maleficios en humanos que raptan de los pueblos… La verdad, ya no se qué creer después de haber leído tantos puntos de vista distintos sobre ustedes… -Tradirus se acercó a Fao y se inclinó un poco antes de seguir hablando. –Me podrías dar la posibilidad de ver una esfera de lanz??? –Dijo el anciano encuclillándose junto al asiento de Fao.

Claro… –Respondió Fao en tono simple mientras extendía su mano, luego de un momento apareció en la mano de Fao la esfera brillante que el alquimista esperaba ver.

Fao se levantó de su asiento y caminó hasta la mesa, depositó la pequeña bola sobre un vaso vacío que había sobre ésta y luego se alejó. La esfera de Lanz quedó flotando dentro del recipiente mientras el anciano miraba perplejo lo que tenía ante sus ojos.

Cielos… Es impresionante lo que pueden hacer los seres alados. –Dijo Tradirus llevando el vaso con la esfera hacia otra mesa, al pasar cerca del contenedor, éste soltó un destello anaranjado, el alquimista lo miró impresionado y se volteó hacia Fao. –Ahora si que tengo mucho que investigar… Muchas gracias pequeña. –Dijo el alquimista depositando el vaso sobre el único escritorio ordenado que había en la habitación.

Apenas terminó el anciano de mirar la esfera, se escuchó en el fondo de la casa un sonido espantoso, fue un grito de dolor que atravesó los oídos de Tradirus y de Fao. Era la voz de Clem.

Clem!!! –Gritó Fao asustada antes de salir corriendo por el pasillo en el que se perdió Famire con el herido. El alquimista la siguió por el pasillo hasta la última habitación que era de donde vino el grito estridente.

Fao entró a la habitación y vio que estaba también llena de recipientes y líquidos de colores, pero ésta vez estaban todos en orden, junto a éstos había una cama con una sa*bana blanca con manchas rojas. Ahí estaba Famire poniendo un líquido sobre la herida, desnuda y ensangrentada espalda de Clem. Junto a ellos, sobre una pequeña mesita con velas, estaba la ensangrentada, y aún goteando, saeta que había recibido Clem hacía ya varias horas.

Estás bien Clem!!?? –Preguntó Fao con tono angustiado mientras el alquimista la sujetaba del hombro.

No puede responderte niña, está inconsciente. –Le dijo Famire mientras comenzaba a colocar vendas sobre la herida de Clem. –Con la poción que le puse en la herida no tardará en detenerse la hemorragia y en cerrar la piel, pero hace falta al menos una noche de descanso para que la herida sane por dentro, esa saeta entró muy profundo y estuvo muy cerca de dañar sus órganos vitales…

Famire se dedica a estudiar las aplicaciones de la alquimia a la medicina… realmente ha aprendido y descubierto mucho en los últimos 20 años. –Le dijo Tradirus a Fao en tono bajo mientras esta aún miraba a Clem.

Fao observó mientras Famire colocaba las vendas a Clem. Tradirus sacó otra venda de un estante cercano y lo dejó junto a su esposa. Fao miraba mientras ambos trabajaban inclinados sobre Clem.

Luego de estar un largo rato así, el alquimista se volteó.

Listo pequeña… tu amigo amanecerá bien por la mañana. –Dijo Tradirus volteando a Fao del hombro y empujándola hacia la puerta. –Tu también debes estar muy cansada… tienes suerte de no estar herida. Te daré un poco de la comida que preparó Famire ésta mañana y luego te mostraré donde puedes dormir, la sopa está realmente buena! –Dijo Tradirus guiando a Fao al laboratorio de la entrada. Tradirus despejó una zona de la mesa donde estaban todos esos recipientes y fue a buscar lo que había ofrecido. Mientras, Fao miraba aún impresionada ese gran armatoste metálico con la esfera brillando en su núcleo, podía sentir como si una gran cantidad de espíritus se acumularan en un solo punto.

Me pregunto que podría llegar a hacer con tantos espíritus a la vez… –Pensó Fao en voz alta mientras llegaba el anciano científico con un plato y cubierto de madera. –Lo más probable es que este buen anciano ni siquiera sepa que es lo que tiene dentro de esa esfera. Me pregunto como habrá hecho para reunir tal cantidad de espíritus…

Aquí tienes… no es mucho lo que podemos ofrecerles, pues no tenemos mucho dinero, lo que ponemos a su disposición es todo lo que tenemos, que es, por sobre todo, nuestro conocimiento. –Dijo Tradirus sentándose con dificultad en una silla junto a Fao, esta se sorprendió, pues no lo había escuchado entrar. –Si hay algo que pueda ayudarte, estaré gustoso de poder dártelo, después de todo, me has dado una Esfera de Lanz solo para mí y estoy muy agradecido.

Ya era bien entrada la noche cuando Fao terminó de comer lo que Tradirus le había servido. Fao bostezó.

Claro, debes de estar cansada, sígueme por favor… Te mostraré donde puedes dormir. Mañana hablaremos todo lo que tenemos que hablar… Sé que vinieron aquí buscando información sobre algo que solo nosotros sabemos, no puede ser por otra cosa. –Dijo el alquimista con aire serio.

Así es señor, vinimos aquí para preguntarle sobre... –No alcanzó a terminar Fao.

Tranquila pequeña, mañana ya tendremos tiempo para hablar… por ahora tienes que descansar. –Interrumpió el Tradirus mientras se levantaba con dificultad de su silla y retiraba el palto vacío. –Por ahora tienes que descansar al igual que tu amigo Clem.

Tradirus llevó a Fao a una habitación un tanto pequeña que no tenía más que una cama y un pequeño escritorio.

Ésta era la habitación de mi hija… Hace tiempo se fue a trabajar como sirvienta al palacio real… Desde hace mucho tiempo que no sabemos nada de ella… Te pareces tanto a ella... –Dijo Tradirus con aire nostálgico. –Que duermas bien, mañana tenemos mucho de que hablar… Tú, tu amigo Clem y yo. –Dijo el anciano alquimista antes de abandonar la habitación.

No parecen malas personas… –Dijo Fao en voz baja mientras se acostaba. –Me parece raro no haber sentido jamás antes una concentración de espíritus tan grande.

Fao se recostó y se tapó. La cama era agradable y en pocos segundos cayó en un sueño profundo.

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La verdad, en este capitulo no se abanzó mucho, pero más adelante verán la importancia de esta parte de la historia... Pero espero que, a pesar de eso, igual la hayan disfrutado ^^

See ya

Lothar_Daisuke

9 comentarios:

Narkito dijo...

Cierto, no se avanzó mucho en la historia, pero creo que sirvió para afianzar los personajes y demostrarnos que Clem no es invencible, es sólo un chico de 17 que está tratando de hacer lo correcto y, para bien o para mal, los "chicos buenos" siempre salen heridos en algún punto de la travesía.

Te respondí tu comment en Korsakov.

Cariños.

Anónimo dijo...

A mi me gusto como estaba escrito, creo que has ido progresando, por lo tanto, no importa que no avance mucho la historia. Ademas, por que matarla tan rapido, recuerda que mientras mas se avanza mas proximo es el fin.

Lothar_Daisuke dijo...

porfa no dejen comentarios anonimos para saber quien me escribe... da lo mismo si dice cosas buenas o cosas malas... para los que no saben, seleccionen "otros" justo debajo de donde escriben el comentario y escriban su nombre o nickname.

en todo caso anonimo, que bueno que te haya gustado.

Anónimo dijo...

No se pa k escribo un comentario... si ya te di mi opinion... está buenisimaaaa...

aunk creo k me hubiera gustaba mas k la herida fuera la mina...
es komo injusto k la patua teh de lo mas bien mientars k el pobre tah inconscienteeee...
asi son los minos po... makaveos...mira como kedan jajaja

jeje ya po...sigue escribiendo ahora...no perdai el tiempooo... no vaya a stgo, no haga deportes, no practike asesinatoo.... escriba!!!!

ya waxon..jugo... tah buena la historia...saluditossss
spero k siga buena =P
aiossssssss
*kisses*

Narkito dijo...

¿Macabeo?

Ja! Y no te lo mandó a decir con nadie... nunca se me habría ocurrido pensar así de Clem

Lol para ti!

Lothar_Daisuke dijo...

lol!

como va a ser macaveo si nisikera le gusta fao... XD

ademas, el saetazo fue de mala kuea... XD

bueno... see ya

Anónimo dijo...

ahh no se yooo pooo
si no e leido mas k 5 capitulossss

yo creo k si le gusta fao...es obviooo... se pone rojo y al akompaña y es profujo y lo hieren... nahhh mega arrastrao =P

makaveo makaveooo!!!! jajaja

ya oh...si es sweet =P

na k lol =P

Anónimo dijo...

Bueno, tratare de que no vuelva a ocurrir, tu sabes de mi maldito pc que se subleva a veces.
Ademas como todavia no me vas a reconocer. Besos. Et joyeux bon anee mon cherie.

Anónimo dijo...

wena, un capitulo con mas descripciones, y mas interrogantes, voy al 6