14 de diciembre de 2006

Fao y Clem (Capitulo 4)

Mode:.:Hungry:.
Escuchando:.:HIM - (don`t fear) The reaper:.

Y pensar que todo empieza a partir de una hoja en blanco y la imaginación de un tipo que ansia perderse en un mundo ideal inventado por él….

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Cabalgaron durante algunos minutos hasta llegar a la posada “Cinco Llanos”. Ahí los recibió un tipo alto riendo con una amplia sonrisa en la boca.

Clem!!! Que gusto verte por acá!!! –Dijo el posadero. –Y quien es la hermosa muchacha que te acompaña??... no me digas que ya encontraste una novia!!!?? –Dijo el posadero impresionado.

No Jacobo… es una amiga que necesita ir de viaje y como es forastera, decidí ayudarle. –Dijo clem con tono natural.

Si!! Vengo del reino sobre… -Dijo Fao, pero Clem le pegó una patadita en el pie y Fao calló de inmediato.

Viene de la Ciudad de Theras. Jamás había salido de ahí y tenía ganas de conocer el resto del reino, así que me pidió que la acompañara, y como yo también tengo que hacer unas cosas en la capital…

Muy bien, ya vasta de bla bla… yo le daré alimento y agua a tu caballo y lo dejaré en el establo. Por mientras pasen y siéntanse cómodos. Supongo que traen hambre… Nomel!!!! Ven aquí chiquillo, Creo que tienes visitas!! –Gritó Jacobo.

Quien es?? –Se escuchó gritar desde adentro una voz joven.

Alguien que de seguro te alegrarás de ver. –Respondió el posadero.

Cuando el chiquillo apareció se veía bastante más flaco que la última vez que Clem lo había visto. Era un joven alto y delgado, pasaba a Clem por aproximadamente una cabeza, tenía el cabello negro, largo y alborotado, como si recién se viniera levantando. Su cara era tosca y de contornos agudos con unos pocos vellos saliendo de la barbilla. Vestía una camisa con cordones que iban desde el pecho hasta el cuello a modo de botones, muy parecida a la que llevaba Clem, solo que la de Nomel era café.

Clem!!!!! –Dijo Nomel dándole un fuerte abrazo. –Ha pasado mucho tiempo no?? Y quien es ella?? –Dijo Nomel acercándose a Fao. Ésta retrocedió un par de pasos con cara temerosa. –Pero que hermosa visita tenemos hoy… -Dijo el hijo del posadero haciendo una amplia reverencia. –Espero que ésta posada sea de su agrado.

Oye oye casanovas, ya para y vamos adentro que tenemos hambre y sed. –Dijo Nomel con tono alegre.

Pasaron a la posada. Era un lugar amplio lleno de mesas con platos de madera con los bordes tallados. Nomel los hizo sentarse en una mesa cercana a la salida de la cocina y luego entró a ésta. Clem y Fao estaban sentados a la mesa callados, esperando a que él regresara, cuando de una mesa cercana se levantó un joven de aproximadamente 25 temporadas de edad, cabello claro y largo, de cuerpo fornido y con una medalla del ejército real colgando del pecho de su camisa. Pasó por el lado de Clem y le sacó la daga de la funda traía colgada a la cintura. Clem se levantó exaltado apoyando una mano en la mesa.

Oye!! Devuélveme eso!! –Gritó Clem

Donde la conseguiste??! Dímelo!! –Gritó el hombre.

No es de tu incumbencia… Devuélvemela!! –Le dijo Clem acercándose al tipo con aire agresivo. El tipo se acercó rápidamente y agarró a Clem de la Solapa.

Mira chiquillo… Ésta es la daga que un día yo mismo le forjé a un amigo llamado Thane… que haces tu con ella!!!?? –Le gritó a la cara el hombre.

No… Thane era mi hermano… Me regaló ésta daga el día anterior a irse a su última batalla para defender el castillo real en el ataque de Medos… -Dijo Clem mirando hacia el lado y con aire de tristeza.

No me digas que tú eres el pequeño Clem!!!?? Por todos los oráculos!! Si que has crecido!!! –Dijo el hombre soltando la solapa de Clem y mirándolo de pies a cabeza.

Como es que me conoce?? –Preguntó Clem extrañado.

Bueno, hace ya bastante tiempo, un día tu hermano llegó con un pequeño de no más de 5 veranos al campo de entrenamiento. Ese pequeño chiquillo eras tú, y recuerdo muy claramente que le decías a tu hermano a cada momento que querías ser un soldado real, y cuando alguien te preguntaba para que, tu respondías que era para poder proteger a tu hermano Thane. –Dijo el Hombre soltando una carcajada. –Disculpa que haya sido descortés, pero pensé que eras del ejercito de Draerus y que habías sido tú quien mató a Thane y se había apoderado de su daga. Disculpa mi descortesía, mi nombre es Bhorad. Y esa niña?? Es acaso tu novia? –Dijo Bhorad soltando una pequeña carcajada.

No… Ella es Liz, una amiga a la que acompaño en su viaje. –Dijo Clem desconfiando del antiguo amigo de su hermano.

Vaya Bhorad, veo que no puedes pasar más de una mañana sin causar un alboroto. –Dijo Nomel con una bandeja con un par de vasos y un par de platos. –Me puedes decir que te ha hecho Clem para que le vengas a ofrecer golpes a ésta hora?? Acaso te enojaste porque miró el lugar por el que tu habías pasado?? –Dijo Nomel en tono sarcástico y Bhorad se rió con una fuerte pero corta carcajada.

No, sólo lo confundí con un antiguo enemigo. –Dijo Bhorad mirando a Clem. –Descansa tranquilo chiquillo, que si en algún lugar estás seguro, es en la Ciudad de Carmesí. –Dijo Bhorad alejándose de Clem y volviendo a la mesa donde estaba solo comiendo un trozo de carne descomunalmente grande.

Bueno Clem, dime… Por que Ciudad de Carmesí?? –Preguntó Nomel sentándose a la mesa junto a Fao. Y por que ésta posada y no la de tu tío.

Bueno, pues la verdad es que necesito de tu ayuda. Recuerdas que un día me contaste que conocías a un alquimista y que te gustaba ir a ver los experimentos que hacía?? –Dijo Clem inclinándose sobre la mesa y bajando la voz hasta llegar casi a un susurro.

Pues sí… -Respondió Nomel mirando de reojo hacia todos lados.

Necesito que me digas donde ubicarlo… -Dijo Clem.

Y para que quieres hablar con el alquimista?? Que te traes entre manos ésta vez Clem?? –Dijo Nomel serio.

Nada… Es sólo que… Necesito que me ayude con las mezclas de unos fertilizantes… Si, eso… -Dijo Clem inventando lo más rápido que pudo una excusa para que Nomel no sospechara.

Bien, entonces ve por la salida oeste de la ciudad, hacia las montañas de Fraidne, luego de cruzar dos puentes de ríos grandes, te encontrarás con un camino que se desvía hacia la derecha y sube hacia la montaña… Si sigues ese camino, te llevará directo a la casa del alquimista. Su nombre es Tradirus… Es un hombre muy anciano, así que debes tenerle paciencia y hablarle fuerte. –Dijo Nomel a modo de advertencia.

Muchas gracias por la comida. Cuando me vaya me dices cuanto es para pagártelo. –Dijo Clem parándose de la mesa… Fao hizo lo mismo.

No te preocupes… Para mi amigo y su novia es gratis. –Dijo Nomel dibujando una risa en su cara.

No es mi novia!!! Por que todos creen eso!!!?? –Dijo Clem agarrando con su antebrazo fuertemente el cuello de Nomel.

Ya Clem!! Suéltame!! –Gritó Nomel mientras reía jugueteando con Clem.

Vamos Liz, tenemos que ir al comercio antes de ir donde el alquimista. –Dijo Clem, Dirigiéndose a Fao.

Se despidieron y dieron las gracias a Nomel y a su padre por toda la hospitalidad que les habían ofrecido. Luego salieron por la puerta trasera que daba al establo para buscar a Cuescos entre todos los caballos que ahí había.

Lo siento amigo, algún día te lo devolveré. –Habló sólo Clem sacando una piel de oveja que había colgada en un larguero y poniéndola sobre el anca de Cuescos. - Eso es para que te sientas más cómoda… no es mucho, pero…

Gracias por todo Clem… yo no te pedí que hicieras tanto por mi… jamás me había sentido tan importante para alguien… -Dijo Fao sonriendo ampliamente con los ojos cerrados.

Que dices Fao… es lo que haría cualquier persona en mi situación… -Dio Clem y un leve rubor apareció en sus mejillas. –Ya es hora de partir. -Dijo Clem ayudando a fao a subir al lomo de Cuescos. –Debemos pasar a la calle donde está el comercio a comprar algo de provisiones para el viaje…

Abrieron el portón de la caballeriza que daba directamente a la calle por donde se llegaba al “Cinco Llanos”, de hecho salía por un costado de éste.

No había alcanzado a transcurrir un abrir y cerrar de ojos cuando se oyó un galope a lo lejos. Clem y fao se voltearon a ver quien venía tan rápido. Quedaron helados cuando se percataron que se trataba de un guardia real que se acercaba a gran velocidad.

Clem!! -Gritó el guardia. Clem se pudo dar cuenta que era la voz de Bhorad que le gritaba a lo lejos. Clem temió lo peor.

Clem!! Que has hecho!! Por todos los oráculos!! Ahora eres prófugo!!... Por todos los reinos Clem… en que estabas pensando!!!??... Ya no tardarán en llegar los demás guardias, así que date prisa y vete por la salida oeste mientras yo los distraigo para ver si puedo ganar algo de tiempo para ustedes. No me gustaría que el hermano pequeño de mi amigo fuera apresado y, en el peor de los casos, ejecutado… Clem!!! Me debes una buena explicación… ahora váyanse!!. –Dijo Bhorad pegándole un palmazo a cuescos que hizo que el animal incluso perdiera el equilibrio antes de salir en una frenética carrera por la calle empedrada que iba a dar directo a la salida oeste.

Cuando no habían recorrido más de 15 casas escuchando el golpeteo de cascos contra las piedras, Fao y Clem se voltearon a ver si los seguían y vieron que llegaba un pelotón de guardias por una callejuela perpendicular a la que ellos usaban y Bhorad les apuntaba en dirección contraria saliendo él mismo en la cabecera de la falsa persecución.

Siguieron galopando por la misma ancha calle hasta llegar a una puerta bastante más pequeña que la que vieron cuando entraron, pero igual de custodiada. Clem comenzó a tirar de las riendas para hacer que Cuescos se detuviera. Ya estaba resignado.

Sigue cabalgando Clem. –Le dijo Fao desde atrás pasando ambos brazos estirados por sobre los hombros de Clem. Éste vio que dos pequeñas esferas comenzaban a brillar en la palma de cada mano de Fao, pero aparte de eso, nada. Y se seguían acercando a la línea de guardias, Clem podía contar al menos cuatro guardias por cada lado esperando ansiosos el momento de dejar caer sus alabardas y disparar sus ballestas.

Cabalgaban a toda velocidad cuando, de un momento a otro, silencio… Clem vio como una saeta despegaba de la ballesta de uno de los guardias y se dirigía directamente a él. Subió las manos en un intento por protegerse, aunque sabía que un proyectil de ése tipo estaba diseñado para atravesar armaduras y que fácilmente le atravesaría ambos brazos antes de entrar directamente en su cara.

Que paso?? –Se preguntó Clem con los ojos cerrados… -Esa saeta ya debería haber llegado… -Pensó Clem sintiendo todavía el galopar de Cuescos. Abrió de a poco los ojos, ya estaban casi encima de los guardias.

Otro disparo!! Y esta vez Clem fue capaz de presenciar todo… cuando el proyectil estaba a aproximadamente un codo de distancia de la cabeza de Cuescos, éste rebotaba en una especie de muro transparente algo anaranjado que se iluminaba igual que la onda que dejaba una piedra cuando se tira al agua quieta. Siguieron galopando y de la misma manera las saetas seguían rebotando en ese místico muro que los encapsulaba.

Clem Golpeó con fuerza las costillas de cuescos y éste agarró más velocidad. Se acercaban a la formación de guardias y quienes antes tenían ballestas en las manos, comenzaron a desenfundar sus espadas y a recoger las alabardas que tenían apoyadas en el muro, fue entonces cuando Clem advirtió que Fao cambiaba la posición de sus manos. Sus palmas ya no apuntaban hacia delante, sino que había girado las muñecas y ahora él podía ver el dorso de las sus blancas manos.

Clem se inclinó hacia delante con aire agresivo, tomó las riendas con la mano izquierda y con la mano derecha sacó su daga.

No!! –Le gritó Fao desde atrás. Clem advirtió que le hablaba desde muy cerca- No será necesario que se pierda una vida.

Clem volvió a tomar las riendas con ambas manos, pero no enfundó la daga. Era el momento. Cuando faltaba no más que dos o tres trancos de Cuescos para llegar a la formación de guardias, dos murallas semicirculares, del mismo color que la barrera que los cubría antes, rodearon a los guardias que se encontraban ubicados con sus armas levantadas a ambos lados del camino. Éstos trataron de salir, pero las barreras eran lo suficientemente largas como para que no alcanzaran a salir antes de que Fao y Clem ya hubiesen escapado. Algunos golpearon el muro de color naranja y sus armas rebotaron como si hubiesen chocado con el acero mejor forjado.

Fao, Clem y Cuescos pasaron a la velocidad del viento por el medio de encerrada formación de guardias y cabalgaron lo más rápido que pudieron en dirección de las montañas.

No habían siquiera tomado la primera curva del trayecto, cuando Fao escuchó un silbido que pasaba junto a su oreja derecha y escuchó un quejido al ver que Clem se inclinaba levemente hacia delante, al recibir la saeta que se hundía justo bajo su hombro derecho.

Fao pasó sus manos por alrededor de Clem y tomó las riendas del caballo… siguieron galopando de la misma manera hasta que cruzaron los dos ríos y tomaron el camino hacia las montañas, entonces Fao pasó adelante y rodeó su cuello con los brazos del desfallecido Clem.

Ya lo se Cuescos… Ya falta muy poco, aguanta un poco más por favor… ya no hace falta galopar… -Escuchaba difuso Clem sintiendo calor en la espalda y frío en las piernas.

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Y hasta aquí llega el capitulo de hoy… espero que les haya gustado… Nos vemos en la próxima entrega…^^

See ya

Lothar_Daisuke

8 comentarios:

Anónimo dijo...

chuaaa primo me encanto este capitulo!!! muy weno su libro!!!
ya cuidece
nos estamos biendo!!
aiuss!
Consu

Narkito dijo...

Waaaaaaaaaaaaaah!! Qué le hiciste a Clem desgraciado!!!! Sniiiiiiiiiiiiiiiiif!

En fin.. hey, me llamó la atención esto: "Ya no tardarán en llegar los demás guardias, así que date prisa y vete por la salida oeste mientras yo los distraigo para ver si puedo ganar algo de tiempo para ustedes"

No saben del "este", pero sí del oeste?? LOL

Ta bueno, siga escribiendo ^___^

Lothar_Daisuke dijo...

aver... naaa ke ver po... por si no te quedó claro, Clem sabe muy bien hacia donde está el oeste y el este, Fao es la que no tiene idea de donde esta parada...

además, uno pude partir hacia el este desde cualquier punto del eje norte-sur...

bueno... nos vemos y espero que sigan disfrutando de esta historia

see ya
^^

Narkito dijo...

Oro!!! esa no la vi venir.

En fin, ahora tas linkeado desde Sergei Korsakov.

=)

Cariños & keep up the good work!

Unknown dijo...

Ayer no me resulto, pero ahora si va.
Me impresionaste, no esperaba ese final para este capitulo. Se nota que te la esta ganando la fabula,jajaja.
Ese es un buen signo. Sigue adelante.
Y....Felicitaciones otra vez!!
Besos.

Anónimo dijo...

uuu!!!!
creeo que no postiare como le posteo a toss ¬¬ no e lo mimo pero me encantta zu hitoria utte save!!
ia mil bss kudece muxotootee XD!!

http://www.fotolog.com/panzhitaxdulze

Lothar_Daisuke dijo...

Gracias a todos ustedes por leer mi librito... ^^

espero sacar el 5º capitulo pronto, asi ke paciencia... ^^

Anónimo dijo...

el cuarto si sigo leyendo
me gusto el final del capitulo ya q de alguna forma desviaste el rumbo idealizado de la historia.
hasta ahora muy bn, vamos a ver como sigue...

nos vemos perro
chabela!